A Ella

A la mujer  que esperó paciente mi llegada,
a quien supo ganar mi respeto y mi confianza
a  la que día a día su vida me entregaba,
le dirijo  un himno de amor y de esperanza.

A esa mujer que me cobijó en sus brazos,
aquella que con dulces cantos me dormía
a quien cuidó de mis primeros pasos,
a ella va mi amor, gratitud  y mi alegría.

A mi madre en este día tan preciado,
por tener la dicha de procrear la vida,
en cada hijo que el creador le ha dado,
deseo se sienta  amada, feliz  y bendecida.

Y a todas las madres de este mundo,
al  tener a sus hijos tan amados,
dios las colme con amor fecundo,
por todos los momentos dedicados.


Josefina Velarde Trujillo.


El velador de la escuela
muy contento se encontraba,
durante la noche en vela
ya la muerte lo asechaba.


No quiso llevar solo uno
y se esperó para dos,
llegó el guardia de la entrada,
que murió por fuerte tos.

Volaba una negra sombra
en el colegio de bachilleres,
y lo que a todos asombra,
por no descuidar deberes.

medio muerta de la risa,
miraba a su alrededor,
paso a paso a toda prisa,
visitó salón por salón.

Dos o tres se resistían,
la guadaña la sacó
el puente que ellos querían,
la muerte lo impidió.

Entre gritos y lamentos
la flaca los liberó,
en víspera de día de muertos,
visitarán el panteón.

Temerosos y asorados,
estudian en un rincón,
para ser examinados
esperan al profesor.


Josefina Velarde Trujillo






A lo largo de la historia han existido
muchos hombres ilustres y buenos,¨
cuyo único propósito ha sido
liberar a la patria de yugos ajenos.

¡Cuántos niños los hay de ojos tristes
débiles piden día a día su comida,
¡se acercan los mendigos! ¡son despojos!
se escucha parlotear a los de arriba.

Es el caso del mísero indito,
que abandona su pueblo natal,
se convierte ahora en un mito
cuyas leyes nos dan libertad.

Es curiosa y cruel la fatal antagonía
de un pueblo zapoteca que aún existe,
debatiendose en Oaxaca en la agonía,
de ignorancia,miseria y de muerte.

Mientras otros grupos de opulencia
a su suerte abandonan al más pobre.
¿No es acaso motivo de conciencia
rescatar y educar como a aquél hombre?

Cada ser de la patria es valioso,
marca el destino final de este pueblo,
la constancia del indio valeroso,
es motivo de orgullo y claro ejemplo.


Josefina Velarde Trujillo









Mil mujeres te rodean,
por la vida van así,
sin embargo una de ellas
está muy dentro de tí.

Cuando niño te acaricia
te consuela y hace reír,
y su vida toda diera;
porque tu fueras feliz.

Ya pasados muchos años,
tantas noches de desvelos,
con amor teje tus sueños,
para que tu emprendas vuelo.

Un caminar más despacio,
un respirar más profundo,
nos indica madre mía
tu gran misión en el mundo.

la mujer fuerte y valiente,
su sien de plata llenó,
su cuerpo yace en la cama´
su fuerza de voluntad no.

Tu no pudes detenerla
aunque quieras es así,
para ella eres un niño,
y siempre velará por tí.

Dime madre en que lucero
en el cielo brillará,
nuestras almas ya distantes
esa luz las unirá.






Josefina Velarde Trujillo





Hoy quisiera encontrar esas palabras
que expresen el sentir del alma mía,
hacer vibrar con la razón policromada
y escribir con la tinta de la vida.




Grabar con los cinceles del recuerdo
y pintar en su vida transparente,
como rayos del sol resplandeciente
con paleta de arco iris de los sueños.




Ser maestro en realidad, es ser martir;
porque lucha, se entrega y se abandona
por cumplir sus más altos ideales
y todas las afrentas las perdona.




El no espera los lauros ni las glorias
y su vida es sencilla y pasajera,
su nombre no trasciende hacia la historia
y da rumbo a la humanidad entera.


Ser maestro del más rico y del más pobre
del adulto, del joven y del niño,
su labor es más justa y más noble;
ya que enseña con ejemplo y con cariño.


Y en el ocaso de su existencia férrea,
cuando piensa que lo han abandonado,
la bandera que plantase aún ondea
en legiones de humanos educados.





                                                    Josefina Velarde Trujillo


¡Salve! ¡oh! Juarez tu nombre inmortal,
coloso insigne de la patria mía,
jamás has visto mayor algarabía
que recuerde la fecha de tu gloria natal.


Primavera fue entonces con tus luchas y voces,
primavera en el alma de un pueblo...el cantar,
despertar de la aurora y encontrar a todo un hombre,
dispuesto por su patria la luz alcanzar.


¡Fue tan arduo!, ¡dificil! recorrer el camino
¡que hostil era el blanco!¡y con su pueblo aún más!,
¡indio humilde de raza!,¡zapoteca genuino!,
¡es de bronce tu estirpe!,¡hombre intrépido!...¡audaz!


A pesar de los tiempos, de la gente y sueños,
tu silueta perfila la grandeza sin par
son tus obras que surgen del antaño risueño,
que desean el eco en tu pueblo encontrar.


Desde aquí te saludo ¡paladín del estudio!,
¡del esfuerzo sin tregua!¡del constante pensar!,
es tu vida un ejemplo, para el paria el repudio
¡es tu muerte el inicio de una vida inmortal!.


                                                                       Josefina Velarde Trujillo


EL TRIUNFO DE MI DESTINO

Hoy un día tan especial,
esperado por tantos años,
tanto hay que recordar,
que mi garganta enmudece,
por los días que se han ido,
y todo mi ser se estremece
cual golondrina viajera
que deja su tibio nido,
Así lejos me voy, ya me esperan
otras aves y otros nidos,
otra escuela abre sus puertas,
caminaré otros caminos.
Buscaré dentro de mis sueños
¡el triunfo de mi destino!
Como diamante, esmeralda y oro,
todo lo vivido atesoro,
y no niego que hoy lloro
por mi infancia tan querida,
a veces incomprendida
porque mi alma de niño
que recibió gran cariño,
de este lugar hoy se aleja.
Suspiros, risas y quejas,
en forma de ecos ruidosos
quedan en todos los rincones
de canchas, patios y salones;
Y todo lo que he aprendido
y el sentimiento fraterno
por mis maestros y amigos,
esos se quedan conmigo,
 tatuado en lo más profundo,
no habrá poder en el mundo
que me lo pueda arrancar.
A mis padres agradezco
cada día por su esfuerzo,
se que me esperan mil luchas
y en ellos me he de apoyar.
Porque darían su vida
¡por ver a sus hijos trunfar!



                                                           Josefina velarde Trujillo

Acerca del autor.

Josefina Velarde es licenciada en Educación por la UPN, egresada de la escuela Normal del Estado de Sonora, ex-Alumna de la escuela de Bellas Artes de la Universidad de Sonora en el área de Artes Plástica (Dibujo y Pintura). Integrante del grupo de Danza Mazochoquim (1980-81) con estudios en CIVEA (Curso Intensivo de Veranos de Educación Artística) (1981-82), ha realizado trabajos de Literatura con niños y Jóvenes a su vez se desempeañado como maestra de Danza en grupos especiales. Apasionada de la poesía, maestra de vocación, artísta por amor.



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